Tómate unos minutos para pensar y contestar esta pregunta. Puedes incluir en la respuesta: objetivos económicos, personales, de salud física y emocional o de relaciones.
Toda acción comprometida a un resultado final, a un objetivo, comienza con un deseo de querer conseguirlo. Eso lo sabemos y nos parece de sentido común.
Ahora tomate unos minutos y respóndete sinceramente esta segunda pregunta:
Qué crees que… vas a lograr este año?!!!
Ahora compara las dos respuestas. Son iguales? Hay diferencias?. La respuesta a la segunda pregunta, de alguna manera, refleja nuestra auto-imagen.
Lo que nos “creemos capaces de lograr”, contra lo que “queremos lograr”. En la vida no obtenemos las cosas que queremos, sino las cosas en las cuales enfocamos. Nuestra mente, nuestra emocionalidad y nuestras acciones, generalmente van dirigidas (conciente o inconcientemente) hacia lo que creemos como posible para nosotros.
Este momento de reflexión nos da mucho en lo que trabajar. Si quieres lograr a fin de año lo que has respondido a la primera pregunta, te invito a que hagas en este momento el siguiente ejercicio: Compara las respuestas. Reconoce la brecha que existe entre ambas.
Esa es tu brecha de aprendizaje para este año.
Traza en plan de acción, por el cual puedas hacerte del tiempo y la dedicación para pasar algún tiempo desarrollando las competencias que necesitas adquirir para eliminar esa brecha. Esto puede incluir: desaprender ciertos hábitos o conductas, incorporar nuevas y fortalecer otras que ya tienes pero necesitas mejorar.
Mensualmente has una auto-reflexión de lo que has hecho, como te ha salido y que puntos todavía necesitas profundizar.