Cuando los Estados Unidos comenzaron su programa espacial se decoraron las oficinas de cada uno de lo ingenieros implicados en el programa con pósters que mostraban un abejorro sobredimensionado. Según las leyes de la física, un abejorro no puede volar porque, según nuestro entendimiento, tiene las alas demasiado pequeñas en relación al tamaño y peso de su cuerpo. Por ello el póster llevaba escrito justo debajo de la foto del insecto el siguiente texto: "Y sin embargo vuela, porque no sabe leer".
Algunos años más tarde los primeros seres humanos llegaron a la Luna.
"Debemos de creer en lo que todavía no es para que pueda llegar a ser" (Elisabeth Haich)