SENSUALMENTE CEREBRALES
En la vida sexual, son muy cerebrales, lo que les resta gran parte de su naturalidad y espontaneidad. En general, en su vida amorosa piensan demasiado. No esperes que se lancen sobre ti para arrancarte la ropa a mordiscos y ponerte sobre la mesa, pero sí son muy serviciales, por lo que hacer alcanzar a su pareja nuevas cotas de placer será para ellos una prioridad. Te desnudarán lentamente y paso a paso, pero ellos mismos se mostrarán algo tímidos cuando les toque el turno de hacerlo, así que quizá tengas que ofrecerles una pequeña ayuda por tu parte.
A la hora de ligar, eligen cuidadosamente a su futura pareja, planean sus tácticas al detalle, y sutilmente inician una primera maniobra de aproximación. Como pareja preferirán personas que sean ordenadas, prácticas y serviciales. No buscan a nadie especialmente llamativo, sino más bien corriente, que les quiera, les sea fiel y que sea decente. Aunque más que elegir, lo que hacen es dejarse elegir por otros.
En general son bastante tímidos, así que muy pocas veces serán ellos los que se acerquen directamente al sexo opuesto. Prefieren ser conquistados a conquistar, pero un acercamiento demasiado brusco puede asustarlos y echar a perder cualquier oportunidad con ellos.
Si consigues atravesar las fuertes defensas que levantan alrededor de su corazoncito, la mejor baza para atraerlos puede residir en adoptar un aire de reserva e indiferencia.
Suelen usar siempre la misma técnica, preferiblemente una que ya hayan utilizado antes, por que si ya les sirvió una vez, ¿para que van a pensar en otra ?. Y a veces también lo aplican al arte amatorio. Si una vez ya funcionó, seguro que también lo hace la siguiente.
No son muy demostrativos de sus sentimientos, aunque en la cama pueden ser increíblemente cariñosos y dulces, además de sensibles, pero lo que no son es especialmente románticos. Cuando se enamoran, no pierden nunca la cabeza. La efusividad y la expresividad de sus sentimientos la reemplazan por aprecio, intereses comunes, y tranquilidad en el hogar.
A veces pueden pecar de criticones, y esto puede convertirse en un verdadero riesgo en la cama, ya que estudian centímetro a centímetro el cuerpo de su pareja, lo analizan, lo clasifican y lo puntúan del uno al diez. Y no sueñes siquiera con que se vayan a callar los resultados poco agradables, sino todo lo contrario. Te los dirán a la cara sin ningún remordimiento. Ni siquiera haciendo el amor pueden dejar a un lado su naturaleza analítica y algo criticona.
En el amor son tan meticulosos y analíticos como en todo lo demás. A veces se les ha considerado algo fríos sexualmente, pero esto no es del todo cierto. Lo que ocurre es que cuando se sienten excitados, pasan más tiempo analizando la situación que viviéndola, y para cuando quieren lanzarse a la acción, ya se les han pasado las ganas. No es nada fácil hacer el amor con el cerebro, y eso es lo que ellos siempre intentan