En la ciudad eslovaca de Zilina acaba de nacer una estrella. Se trata de una tortuga que tiene dos cabezas y cinco patas.
Es una “tortuga de espolones africana” (Geochelone sulcata), que actualmente casi sólo sobrevive en parques nacionales y reservas de fauna, ya que está en vías de extinción.
Su propietario, Roman Gresak, buscó para ella un nombre apropiado: Magdalena (la cabeza más grande se llama “Magda” y la pequeña “Lena”).
Es muy raro que en la naturaleza exista un animal con dos cabezas y lo normal es que muera a los pocos días de nacer. Pero más extraño aún es que tenga cinco patas y que ¡una de ellas se encuentre entre las dos cabezas!, aunque esta quinta pata no le sirve de mucho a Magdalena, porque no funciona.
Los zoólogos comparan a Magdalena con los casos de hermanos siameses, que se dan cuando los embriones no se separan correctamente durante el embarazo. Cada cabeza tiene su propio sistema nervioso y la tortuga tiene dos cerebros independientes.
A pesar de todo, Roman Gresak piensa que Magda-Lena es una tortuga afortunada y que llegará sin duda al estrellato.