1. Aunque su servicio o dignidad puede variar, no hay implicación alguna en la Biblia de que algunos de los ángeles son más inteligentes que otros.
2. Se declara que los ángeles tienen todo el elemento de personalidad. Son seres individuales, y aunque son espíritus, pueden experimentar las emociones; rinden culto inteligente (Salmo 148:2); contemplan la faz del Padre con debida comprensión (Mateo 18:10); saben sus limitaciones (Mateo 24:36), su inferioridad al Hijo de Dios (Hebreos 1:4-14); y, en el caso de los ángeles caídos conocen su habilidad para el mal.
3. Los ángeles son individuos y aunque se aparecen en su capacidad individual, con todo están sujetos a distintas clasificaciones y varios rangos de importancia.