Cada uno de los tres decanatos de un signo del zodiaco se representa con una imagen simbólica diferente. Es habitual ver en el zodiaco 12 imágenes que representan los 12 signos del zodiaco. Tradicionalmente a estos signos se le asocian mitos que ilustran perfectamente los grandes rasgos de cada uno.
En la gran mayoría de dichos mitos se hace referencia a las aventuras y desventuras de los dioses griegos, cuyos cuentos y leyendas míticas fueron particularmente explotados, interpretados y adaptados al zodiaco por los astrólogos, alquimistas y adeptos al esoterismo durante el renacimiento.
Se trata de las mismas fuentes que más tarde utilizarían los pioneros del psicoanálisis, ofreciéndonos una nueva lectura.
Evidentemente tenemos todo el derecho a preguntarnos de donde vienen estos mitos y símbolos y por qué razones se han escogido unos y no otros para definir, explicar o ilustrar uno u otro signo del zodiaco.
Esto no es arbitrario ni fruto del azar, sino que obedece a sutiles analogías entre ciertos aspectos de la vida y de la naturaleza humana, observadas por nuestros antepasados.
En cada uno de los signos nos referiremos a 3 imágenes simbólicas, 3 decanatos utilizados normalmente en la Edad Media en Occidente e inspiradas directamente en las fuentes de la astrología greco-caldea, procedente al mismo tiempo de la avanzada ciencia de los sacerdotes astrólogos sumerios, acadios, asirios y babilonios.
He aquí los 3 símbolos vivientes de Cáncer:
El cáncer del primer decanato (de 21 de junio al 1 de julio)
Es un magnífico cangrejo de cuerpo alargado y gordo. Su aleta caudal está bien desarrollada, lo que demuestra que sabe recular perfectamente en caso de peligro.
Lo que resalta sobre todo de su caparazón es la redondez, la suavidad de las curvas de su cuerpo que no dejan entrever ningún presagio de agresividad. Esta ausencia de violencia destaca también por el hecho de que sus dos pinzas están cerradas y dispuestas de tal manera que nos recuerdan a una persona abriendo los brazos, como presta a recibir, abrazar o estrechar.
Finalmente sus dos antenas son muy largas. Salen de sus ojos para unirse con el final de sus pinzas, a las cuales, sin embargo, no tocan, ya que forman dos curvas giradas sobre sí mismas y hacia sus extremidades simbolizando en este caso la dulzura, la receptividad y la hipersensibilidad características de este símbolo. Todo en su actitud sugiere un animal pasivo, inmóvil, dejándose llevar por la corriente, que vive tranquilamente respirando dulzura y bienestar.
Nos encontramos ante la emoción en estado puro, que se traduce en una especie de ósmosis con su entorno. En efecto, ese cangrejo inmóvil se sumerge en las aguas del pasado y quedándose en su sitio retiene el presente. Se cuida bien de progresar y avanzar hacia el futuro.
El cáncer del segundo decanato (del 2 al 12 de julio aproximadamente)
Es también el caso de un cangrejo de río pero de talla más modesta que el primero de cuerpo delgado y alargado.
Contrariamente a su precedente, su cabeza no es redonda. Forma un ángulo agudo y sus ojos están a un lado. Sus antenas son mucho más cortas y están curvadas hacia el interior. Sus patas delanteras provistas de pinzas cerradas y orientadas hacia delante no son más abiertas; forman casi un ángulo de 90º en cada lado de su cuerpo. Finalmente, su aleta caudal está mucho más elaborada. Se compone de tres ramas un poco como las tres hojas de un trébol o como con tres medias lunas pegadas las unas a las otras. Tiene por lo tanto capacidades defensivas, ya que efectivamente, cuando se siente en peligro el cangrejo activa su aleta para recular.
Alude a cierta interiorización, quizá una actividad cerebral como si dicho animal estuviera a punto de actuar como si estuviera reflexionando, meditando o esperando una señal.
El cáncer del tercer decanato (del 13 al 22 de julio aproximadamente)
Es el cangrejo de mar. Presenta una forma redonda, ovoide. Sus ocho patas están curvadas en forma de luna creciente, tiene las pinzas abiertas, delanteras y de medidas bastante desproporcionadas y amenazadoras. Su cabeza es redonda y no se ven sus ojos, disimulados bajo las antenas cortas y dobladas hacia cada lado. En cuanto a su aleta caudal, ésta parece como añadida., pegada a su caparazón.
Sugiere mucha dulzura, pero a la vez actitud defensiva-ofensiva que actúa sobre la sensibilidad y cuyo regente es la Luna, en el cual se exaltan los valores receptivos de Cáncer.
(Copiado del coleccionable "Aprender y conocer la astrología")
LUZ Y AMOR PARA TOD@S
LA FE MUEVE MONTAÑAS PERO UNA RETIRADA A TIEMPO ES TAMBIÉN UNA VICTORIA!