ENGRAMA. Dn y Cn. Registro en la mente reactiva (v.) de un incidente negativo que le ocurrió a la persona en su pasado y que contenía dolor e inconsciencia (por ejemplo, la conmoción producida por un accidente de tránsito, una operación quirúrgica con anestesia, etc.). El engrama, en realidad, es una imagen mental que contiene, además de dolor e inconsciencia, una amenaza real o imaginaria contra la supervivencia. No está al alcance de la mente analítica como experiencia porque el engrama, precisamente, se recibe cuando la persona está inconsciente. El engrama es la única fuente de las aberraciones, las enfermedades psicosomáticas e incluso las conductas que llevan a la persona a comportamientos agresivos.
El mecanismo del engrama es similar al mecanismo de la sugestión hipnótica. La diferencia entre un engrama y una sugestión hipnótica radica en que el engrama, por definición, siempre contiene dolor físico o emocional, y la sugestión hipnótica por lo general no, ya que la persona se presta voluntariamente a ser hipnotizada.
Aunque puede parecer que una persona que se ha desmayado en un accidente está inconsciente y no se da cuenta de lo que sucede a su alrededor, en realidad su mente reactiva -segunda mente del hombre- está grabando todo diligentemente para usarlo en el futuro.
La mente reactiva no almacena memorias como nosotros las conocemos, sino tipos particulares de cuadros de imagen mental llamados engramas. Estos engramas son un registro completo, hasta el más mínimo detalle, de cada percepción presente en un momento de "inconsciencia" total o parcial.
Pero los cuadros de imagen mental que contienen dolor físico y emoción dolorosa están grabados en la mente reactiva
Un ejemplo de engrama sería el siguiente: el marido derriba a su mujer con un golpe en la cara quedando ella "inconsciente" (las comillas significan que si bien la mujer está inconsciente analíticamente no lo está reactivamente).
Luego, enardecido, le da un puntapié en el costado y le dice que es una perfecto, que no es buena, que siempre está cambiando de opinión.
Contemporáneamente a estos hechos, una silla cae al suelo con estrépito de un grifo abierto está saliendo ruidosamente un chorro de agua.
Además, en el momento en que la mujer está desmayada pasa un automóvil frente a la ventana de la cocina haciendo sonar con estruendo la bocina.
El engrama contiene un registro continuo de todas estas percepciones.
El problema con la mente reactiva es que "piensa" en identidades: una cosa es idéntica a otra. La ecuación es A=A=A=A=A.
Una computación de la mente reactiva sobre el engrama del ejemplo sería: el dolor del puntapié equivale al dolor del golpe equivale a la silla que se cae equivale al coche que pasa equivale al grifo equivale al hecho de que es una perfecto equivale al hecho de que no es buena equivale al hecho de que cambia de opinión equivale al tono de voz del hombre que la golpeó equivale a la emoción equivale a una perfecto equivale a un grifo abierto equivale al dolor de la patada equivale a la sensación orgánica en la zona de la patada equivale a la caída de la silla equivale a cambiar de opinión equivale a...
Pero, ¿para qué continuar? Cada percepción del engrama equivale a cualquier otra percepción en el engrama. En el futuro, cuando el entorno presente de la mujer contenga suficientes elementos similares a los que se encuentran en el engrama, ella experimentará una reactivación del engrama.
Es decir, si una tarde el grifo estuviera abierto y ella escuchara el sonido de un coche que pasa afuera y al mismo tiempo su marido (el hombre en su engrama) la reprendiera por algo, en un tono de voz similar al que usó en el engrama original, ella experimentaría dolor en el costado (donde fue golpeada anteriormente).
Y las palabras que se dijeron en el engrama podrían convertirse también en órdenes en el presente: ella podría creer que no era buena, o tener la idea de que siempre cambiaba de opinión. La mente reactiva le diría a la mujer que se encontraba en un lugar peligroso.
Si ella permaneciera ahí, el dolor en las áreas donde fue maltratada se podría convertir en una predisposición a la enfermedad o en la enfermedad crónica misma. A este fenómeno de "despertar" el antiguo engrama se le llama restimulación.
La mente reactiva no es una ayuda para la supervivencia de la persona, por la excelente razón de que aunque es lo bastante fuerte como para resistir durante el dolor y la "inconsciencia", no es muy inteligente. Intenta "impedir que una persona se ponga en peligro", y al imponer el contenido de su engrama, puede causar temores y emociones no deseados y desconocidos, enfermedades psicogénicas (mal llamadas "psicosomáticas") y dolores que sería mejor no tener.
LA SOLUCIÓN A LA MENTE REACTIVA
Tras descubrir la existencia de la mente reactiva y de sus engramas, L. Ronald Hubbard desarrolló técnicas muy precisas para ocuparse de ella. Estas técnicas pueden "borrar" de forma efectiva el contenido de la mente reactiva y eliminar la capacidad de tales grabaciones para afectar a la persona sin su conocimiento consciente.
Además, pone a disposición del individuo esas memorias, antes ocultas, como memoria en la mente analítica, en cuyo caso los recuerdos ya no son aberrativos porque no son engramas sino experiencia consciente.
La efectividad de esas técnicas, asombrosa en muchos casos, se ha documentado en multitud de historias de caso durante casi más de medio siglo de aplicación.
EL CLEAR
La meta de Dianética es un estado nuevo para el individuo, que se ha buscado a través de la historia, pero que nunca se había logrado antes de Dianética. A este estado se le llama "Clear".
Un Clear es una persona que ya no tiene su propia mente reactiva y, por lo tanto, no sufre ninguno de los efectos negativos que esta puede causar. El Clear no tiene engramas que, al reestimularse, confundan la corrección de su computación e introduzcan datos ocultos y falsos.
El hacerse Clear fortalece la individualidad y la creatividad innatas de la persona, y de ninguna manera reduce estas cualidades. Un Clear es libre respecto a sus emociones. Puede pensar por sí mismo y experimentar la vida sin las trabas de las inhibiciones que dictan, de manera reactiva, los engramas del pasado.
La capacidad artística, la fortaleza de la persona y su carácter individual son, todos ellos, rasgos que residen en la personalidad básica del individuo, no en la mente reactiva.
Los Clears tienen confianza en sí mismos, son felices y generalmente tienen éxito, tanto en su profesión como en sus relaciones personales. Es un estado que cualquier persona desea y casi cualquiera puede alcanzar.
De hecho, miles y miles de personas han alcanzado el estado de Clear: un tributo viviente a la funcionalidad de los descubrimientos de L. Ronald Hubbard y la tecnología que él desarrolló.