Ley del Karma

Ley del Karma

"Toda causa que genera un desequilibrio en la armonía u orden universal tiene que ser compensada con un efecto que responda al equilibrio perturbado" del libro: Para Un Mundo Mejor del Centro Lusitano de Unificación Cultural

Nuestros pensamientos generan karma y éste es bueno o malo según como hayan sido tus creaciones mentales.

Ellos se convierten en fuerzas semi-inteligentes que a la vez son un imán que atraen a otros de su misma índole y forman una nube que rodea a quien los emitió, formando su carácter y acompañándole en el curso de sus vidas.

No siempre es malo, ni todas son deudas negativas; pero son tantas las veces que se piensa en negativo por miles de razones diferentes, las cuales debemos aprender a controlar.

La naturaleza se equilibra sola y en ocasiones necesita de terremotos, tifones, etc. para destruir las cristalizaciones de las formas de pensamientos negativas de conjuntos de personas.

Piensa en positivo, construye Luz y Amor, para ti y para el mundo.

En cierta ocasión, Buda se vio amenazado por un bandido llamado Anglulimal.
Se bueno, le dijo Buda, y ayúdame a cumplir mi último deseo.
Corta una rama de ese árbol.

Con un golpe de su espada, el bandido hizo lo que le pedía Buda.
¿Y ahora, qué?, le preguntó a continuación.

Ponla de nuevo en su sitio, dijo Buda.

El bandido soltó una carcajada :
¡ Debes estar loco si piensas que alguien puede hacer semejante cosa!

Al contrario, le dijo Buda.
Eres tu el loco al pensar que eres poderoso porque puedes herir y destruir.

Eso es cosa de niños.

El Poderoso es el que sabe crear y curar.


Hoy estamos cosechando lo que la humanidad ha sembrado en otras épocas, su fruto está maduro y viene a nosotros en conjunto; tal como está pasando con cada uno de nosotros.

Y es que, a parte de generar nuestro propio karma, también contribuimos con el de nuestra ciudad, con el nacional, con el de nuestra raza, y con el planetario.

Todos somos responsables de todo ya que es el karma quien nos engancha a la rueda de reencarnaciones.


Fuente: Extraido del libro El Camino hacia Tu Ángel Solar (volumen I)