No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones, por su porvenir más o menos sombrío.
Quieres tú, lo que Dios quiere? Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo, acepta los designios de Su providencia.
Poco importa que te consideres un fracasado, si Dios te considera plenamente realizado a su gusto.
Piérdete confiado, ciegamente en ese Dios que te quiere para Sí,
y que llegará a ti, aunque no lo veas.
Piensa que estás en sus manos, tanto más fuertemente agarrado, cuánto más decaído
y triste te sientas.
Vive feliz, vive en paz, que nada te altere, que nada sea capaz de quitarte tu paz,
ni la fatiga, ni tus fallos.
Haz que brote y conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa, reflejo de la que
el Señor, continuamente te dirige. Y en el fondo de tu
alma coloca, antes que nada, todo aquello que te llene de la paz de Dios.
No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones, por su porvenir más o menos sombrío.
Quieres tú, lo que Dios quiere? Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo, acepta los designios de Su providencia.
Poco importa que te consideres un fracasado, si Dios te considera plenamente realizado a su gusto.
Piérdete confiado, ciegamente en ese Dios que te quiere para Sí,
y que llegará a ti, aunque no lo veas.
Piensa que estás en sus manos, tanto más fuertemente agarrado, cuánto más decaído
y triste te sientas.
Vive feliz, vive en paz, que nada te altere, que nada sea capaz de quitarte tu paz,
ni la fatiga, ni tus fallos.
Haz que brote y conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa, reflejo de la que
el Señor, continuamente te dirige. Y en el fondo de tu
alma coloca, antes que nada, todo aquello que te llene de la paz de Dios.
No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones, por su porvenir más o menos sombrío.
Quieres tú, lo que Dios quiere? Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo, acepta los designios de Su providencia.
Poco importa que te consideres un fracasado, si Dios te considera plenamente realizado a su gusto.
Piérdete confiado, ciegamente en ese Dios que te quiere para Sí,
y que llegará a ti, aunque no lo veas.
Piensa que estás en sus manos, tanto más fuertemente agarrado, cuánto más decaído
y triste te sientas.
Vive feliz, vive en paz, que nada te altere, que nada sea capaz de quitarte tu paz,
ni la fatiga, ni tus fallos.
Haz que brote y conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa, reflejo de la que
el Señor, continuamente te dirige. Y en el fondo de tu
alma coloca, antes que nada, todo aquello que te llene de la paz de Dios.
http://www.angelfire.com/moon/ldimayra/adorayconfia.html